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Las enseñanzas más poderosas de 22 For ’22: Proyectos para un futuro feminista

Por Chrissy Rutherford

Parece como si 22 For ’22: Proyectos para un futuro feminista, un evento celebrado por la iniciativa CHIME FOR CHANGE de Gucci en colaboración con The Meteor, no pudiera haber llegado en mejor momento. Cuando se dio a conocer la noticia de que la Corte Suprema de Estados Unidos ha tomado la decisión de anular el caso de Roe contra Wade de 1973 (que protegía el derecho a un aborto sin interferencia gubernamental), Gucci y The Meteor reunieron algunas de las voces feministas más importantes del momento en una cumbre celebrada en Barnard College. Con la participación de ponentes de la talla de Tarana Burke, Janicza Bravo, Paola Ramos, Busy Philipps, Amandla Stenberg y Dolores Huerta, así como la presencia de Symone D. Sanders en calidad de presentadora, el evento dio testimonio de cómo las mujeres están luchando día tras día por mantener el control de sus historias y de sus cuerpos, y por el derecho a vivir la vida tal como ellas decidan.

Fue una velada que me hizo preguntarme qué puedo hacer para conseguir un mayor impacto en la batalla contra el cambio climático, la lucha por los derechos reproductivos y otros asuntos a los que debemos hacer frente. Pero lo que más valoré fue el hecho de que cada una de esas mujeres utiliza su poder para luchar por el cambio de la mejor manera posible; su objetivo no es hacerlo todo (eso sería imposible), pero han hecho contribuciones muy significativas en sus respectivos ámbitos que han ayudado tanto a mujeres y como a personas no binarias. A continuación les ofrezco algunas de las frases más poderosas que pudieron oírse en el escenario.

Chrissy Rutherford

Paula Ávila-Guillén, abogada experta en derechos humanos y directora ejecutiva del Women’s Equality Center

«Esto nunca ha tratado sobre el aborto. Lo que quieren es controlarnos. Quieren controlar nuestros cuerpos y nuestras decisiones. Porque si controlan nuestra autonomía, podrán decidir por nosotras, y si deciden por nosotras, entonces no seremos capaces de alzar nuestra voces. Tienen mucho miedo de que nos sublevemos, de que las minorías y otros colectivos alcemos nuestras voces. Si lo hiciéramos, seríamos capaces de dejar atrás este sistema de opresión que ha existido durante tantos años: el patriarcado. Por eso necesitan controlar nuestro destino. No solo se trata del aborto, sino de quiénes somos y cómo decidimos vivir, de nuestras identidades. Tenemos que llamar las cosas por su nombre: quieren controlarnos».

La histórica sentencia del Tribunal Supremo de EE. UU. de 1973 con respecto al caso de Roe contra Wade pende de un hilo. La sentencia oficial del tribunal se emitirá el mes que viene y hay muchas posibilidades de que sea anulada. En vista de esta decisión, varios estados, entre los que se incluyen Texas y Oklahoma, ya ha tomado iniciativas para restringir el acceso al aborto. Sin duda, muchos otros estados seguirán su ejemplo. Pero, como ya sabemos, prohibir el aborto no hará que las mujeres dejen de abortar. Solo hará que sea más difícil acceder a él, especialmente para las mujeres con recursos limitados. Cruzar las fronteras estatales supone un gasto importante, y los abortos «clandestinos» pueden costar la vida a estas mujeres. En una conversión entre Ávila-Guillén y la actriz y activista Busy Philipps, se instó a todas las personas a favor del aborto estuvieran activas y mostraran su apoyo de manera tangible, ya sea participando en procesas o haciendo donaciones.

Paula Ávila-Guillén y Busy Philipps

Tarana Burke, fundadora del movimiento Me Too y autora de Unbound: My Story of Liberation and the Birth of the Me Too Movement. 

«Sé lo que quiere decir la gente cuando dice que el movimiento Me Too ha sido manipulado. Pero eso se debe a que se basan en lo que ven en los medios de comunicación. Lo que estoy tratando de hacer es que la gente comprenda que lo que ven, lo que ha sido manipulado, es lo que han creado los medios. Y eso no es el movimiento. Por eso sigo insistiendo a todo el mundo. Si siguen definiendo el movimiento Me Too por lo que ven en la NBC, la CNN, etcétera, etcétera… Si creen lo que les dicen, no llegaremos a ninguna parte. Eso no es un movimiento. El movimiento es lo que estamos haciendo, lo que están haciendo todos los días las personas que están ahí afuera. Nuestro movimiento no ha sido manipulado porque sé que hay gente que se esfuerza día tras día por las supervivientes, no por los titulares capciosos».

En una conversación con la escritora y directora Janicza Bravo, la fundadora del movimiento Tarana Burke dejó bien claro que sentirse en posesión de la historia propia y ayudar a las supervivientes es de lo que trata el movimiento Me Too en realidad. Los titulares que hemos podido leer y la narrativa sobre actrices blancas que roban el foco de atención a Burke, como los medios quieren que creamos, no son importantes. No podemos olvidar la verdadera misión del movimiento Me Too: ayudar a las mujeres que han sido víctimas de abusos a tomar las riendas de sus historias y seguir adelante a pesar de las dificultades y las experiencias traumáticas a las que han tenido que enfrentarse.

Janicza Bravo y Tarana Burke

Olena Chianova, ciudadana ucraniana, abogada y madre

«Quiero que ayuden a detener la guerra en Ucrania, a detener las muertes. Si nos tratáramos los unos a los otros con amor y respeto, nunca habríamos tenido guerras. Cuando vivimos en un mundo civilizado, siempre tenemos otras formas de resolver los problemas. La guerra trae muerte, sufrimiento y una enorme pena para todos».

La desesperación de esta refugiada ucraniana pudo sentirse con fuerza y claridad mientras compartía la historia de cómo logró escapar del país devastado por la guerra con sus dos hijos. Ella supo que era hora de irse cuando ya no pudo recibir medicamentos para su hijo con discapacidad. Incluso cuando vivía en una zona que no estaba ocupada por las fuerzas rusas, los suministros eran limitados y no había acceso a alimentos frescos ni a medicamentos. Ahora vive a salvo en Estados Unidos, pero dejó atrás a familiares y amigos que viven con impotencia la escasez de agua y comida.

Olena Chianova

Ayisha Siddiqa, activista por los derechos humanos y la justicia ambiental y cofundadora de Polluters Out

«Cuando entré en este espacio en Nueva York, eché un vistazo a mi alrededor y me di cuenta de que yo era una de las pocas personas con este aspecto, si no la única. Y digo esto porque la crisis climática no es un asunto pasivo. La crisis climática no es el resultado de los desastres naturales, sino que es obra de la mano del hombre. Y no de la mano de cualquier hombre, sino de la mano del hombre blanco. Es el resultado del capitalismo, de años de colonialismo y de opresión racial. Así que, si quieren poner su granito de arena, salvar nuestro planeta pasa por proteger a las comunidades más vulnerables de nuestra sociedad, y esto incluye a las mujeres trans negras, a los pueblos indígenas, a los niños y niñas, y a los jóvenes. Cuando protegemos a estos grupos, protegemos a todos los demás».

El llamamiento a la acción para luchar contra el cambio climático es más urgente que nunca y los activistas siguen dando a conocer las acciones de empresas en diversos frentes. Como Ayisha señaló en el escenario, el verdadero culpable detrás del cambio climático no son las pajitas de plástico, sino la codicia y la opresión corporativas, dos factores que a menudo se pasan por alto. Con el cambio climático, saber dónde trabajar para causar un impacto positivo puede resultar difícil y abrumador, pero Ayisha dejó claro que el camino a seguir pasa por priorizar las comunidades de riesgo.

Symone D. Sanders y Ayisha Siddiqa

Fatema Hosseini, periodista y estudiante en el Máster en Periodismo de Investigación de la Universidad de Maryland 

«Me entristece ver la guerra que se está produciendo en Ucrania. Pero también me lamento al ver que después de que estallara esta guerra, se ha olvidado a Afganistán. Es triste ver que los talibanes están aprovechando esta oportunidad para aumentar el número de explosiones y actos de violencia para matar a más y más personas. Pero veo una esperanza. Y es la resistencia del pueblo».

La periodista afgana, que escapó de su país cuando Kabul cayó ante los talibanes, destacó la disparidad en la cobertura entre lo que está sucediendo en Afganistán y en Ucrania. Ahora que el mundo gira la vista hacia los conflictos en otros lugares, los talibanes han intensificado sus esfuerzos para tomar el control del pueblo afgano. Afganistán no es un lugar seguro para los periodistas, especialmente para las mujeres. Hosseini explicó cómo llegó a dedicarse a este oficio tan arriesgado, cómo tuvo que ocultárselo a su familia, porque eso significaba convertirse en un blanco fácil, e incluso cómo tuvo que poner en peligro a su familia.

Fatema Hosseini y Paola Ramos

Dolores Huerta, presidenta y fundadora de la Fundación Dolores Huerta

«Los sindicatos son la base de nuestra democracia».

La alusión a los sindicatos es omnipresente en todas las citas a partir del momento en que la leyenda del sindicalismo y fundadora de la National Farmworkers Association subió al escenario con el sindicalista Chris Smalls, cuya figura ha estado en el candelero recientemente. Los dos conversaron acerca de la importancia de los derechos de los trabajadores, y Huerta ofreció sus sabios consejos a Smalls sobre el cuidado de su salud mental mientras este espera para empezar las negociaciones con la empresa multimillonaria en la que trabaja.

Chris Smalls y Dolores Huerta

Raquel Willis, activista y escritora galardonada, y Amandla Stenberg, actriz y artista

«A menudo, la gente piensa que somos una especie de satélites hipotéticos que flotan en la distancia. Por eso, no interactúan con nosotros a un nivel tangible y real. No se plantean que, como mujer trans negra, tengo una familia. Que tengo una madre que me llama, me pregunta cómo estoy y quiere asegurarse de que estoy bien. Que tengo amistades que están muy presentes en mi vida, al igual que yo lo estoy en las suyas. Que tengo sobrinas, sobrinos y sobrines. Creo que es un prejuicio erróneo. También me parece que, sí, somos gente brillante, increíble, fabulosa. Pero este asunto del género es algo en lo que todo el mundo participa. Así que, sí, podemos pensar de muchas maneras que ser trans o persona no binaria es una diferencia mágica (y en cierto modo, esto se debe a que sabemos cómo desenvolvernos en cada situación), pero todas esas personas estamos tratando de cumplir ciertas expectativas de género que, probablemente, no logramos cumplir. Y eso es lo que quiero que entienda la gente». – Raquel

«Me parece interesante. La primera vez que salí del armario como persona no binaria fue en la adolescencia. Es curioso pensar que en esa etapa de la vida ya sabemos quiénes somos. Y, con el tiempo, me doy cuenta de que regreso a las identidades e ideas sobre mí que tenía más claras cuando era adolescente. Me resulta extraño ver cómo tratan el asunto de los pronombres en los medios. Mi círculo más cercano, que está compuesto por personas homosexuales, empezó a referirse a mí usando los pronombres neutros de forma innata. Pero he sentido miedo o me ha dado vergüenza al tratar de usarlos en un entorno profesional, cuando me comunico con mi jefe o mis compañeros de trabajo. Creo que, a veces, la gente no entiende que esto es más bien un proceso continuo hasta encontrar una manera de sentirnos cómodos o de crear un espacio cómodo, pero que también hay momentos en los que nos ponemos en una situación de incomodidad. Aun así, doy las gracias por lo mucho que se ha normalizado esta conversación» – Amandla

Amandla y Raquel son dos figuras destacadas en el seno de la comunidad LGBTQ+.  Ambas afirman que es emocionante observar que hay más personas trans y no binarias en lugares visibles y que se habla más en torno al género. Pero, al mismo tiempo, se está produciendo un ataque generalizado a los derechos de la comunidad LGBTQ+ por vía legislativa, como es el caso de una ley aprobada recientemente en Florida que limita la capacidad de los docentes para hablar de asuntos LGBTQ+ en clase, la criminalización de la asistencia médica para jóvenes trans en Alabama y la prohibición de tratamientos de afirmación de la identidad de género para adolescentes en Texas. En última instancia, es importante que cada cual encuentre su comunidad y su red de apoyo. Pero para aquellas personas que quieran involucrarse y ayudar a la comunidad, Willis pide a los partidarios que ayuden a amplificar las iniciativas que ya existen.

Raquel Willis y Amandla Stenberg
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