Texto en pantalla:
DANDO VOZ
dirigido por
ANDREA TENERANI
Redactor jefe de Icon
Invitada especial
SINÉAD BURKE
Defensora de la moda inclusiva
Texto en pantalla:
TANYA COMPAS
charla con
SINÉAD BURKE
Sinéad Burke: “En estos momentos se habla mucho acerca del activismo, los activistas, los aliados y la alianza performativa, y somos muchos los que solo queremos intentar cambiar el mundo, nuestro mundo. Pero ¿cómo lo hacemos? El pensamiento general es que se consigue solamente mediante la agresión, la rebelión o la anarquía, y todas ellas son métodos positivos y potentes para crear el cambio. Pero el motivo por el que estoy tan emocionada con esta charla es que por fin puedo hablar con alguien a quien he admirado durante mucho tiempo, alguien que está creando el cambio y la revolución mediante la alegría, y estoy siendo totalmente sincera. Tanya Compas es una activista que consigue salvar la brecha entre el trabajo público y el privado de una manera aparentemente fluida y sin complicaciones, aunque en realidad su labor no sea ni una cosa ni la otra. Pero Tanya, me quedaría corta si fuera yo la que te presenta, así que ¿cómo te describes a ti misma en lo personal y lo profesional?”.
Tanya Compas: “Me gusta cómo me has presentado, sonaba fantástico. Me llamo Tanya Compas, ante todo soy trabajadora social, y todo mi trabajo gira en torno a dar apoyo, defender, inspirar y crear espacios para personas jóvenes negras y queer. Y, como alguien que creció sin imaginar que la gente negra podía ser queer, para después darme cuenta de que yo misma era queer cuando tenía 20 años, creo que había una enorme brecha en términos de representación y visibilidad de las personas negras queer en mi adolescencia. Y tengo la sensación de que, si hubiera visto dicha representación cuando era joven, me habría ayudado mucho a ver las diferentes maneras en las que podría haber orientado mi vida; ojalá hubiera sabido que había varias maneras. Y sí, a raíz de esto y de mi experiencia en el ámbito benéfico, llevo trabajando en el sector unos siete años, siempre rodeada de gente joven. He trabajado en Brasil, Colombia y EE. UU., siempre con gente joven, y después en Reino Unido durante los últimos seis años, y siempre ha sido… En cada experiencia he aprendido algo nuevo sobre la gente joven, he aprendido cada vez más sobre mí misma al trabajar con ellos. Y creo que lo más grande que he aprendido a través de mi trabajo es la importancia de crear espacios para la alegría, la recuperación emocional, la comunidad y la familia elegida. Creo que, a menudo, cuando trabajamos con grupos de personas en comunidades que sabemos que han pasado por mucho sufrimiento, estas personas se suelen quedar atrapadas en esos momentos dolorosos y todo lo que se hace es hablar sobre su sufrimiento, pero creo que se puede sacar mucho partido a los espacios destinados a la alegría y a la comunidad; espacios en los que se puede crear una verdadera conexión humana entre las personas. Y creo que eso es lo que intento conseguir con mi trabajo, y lo hago trabajando cara a cara, a través de una orientación personalizada con la gente joven, creando grupos de gente joven, pero también en las redes sociales. A menudo, muchas personas queer recurren a las redes sociales para expresar por primera vez que son queer o para buscar referencias en Google, a través de algún hashtag. Por ejemplo, la primera vez que yo empecé a explorar mi identidad fue a través de Instagram, con un hashtag. Creo que escribí algo como QueerNegraLondres o algo así. Gracias a ese equilibrio entre ambos aspectos, he podido trabajar en las redes sociales y ser visible en Internet, además del trabajo sobre el terreno. Ha sido increíble y hace poco hemos ido un paso más allá al crear un programa denominado Exist Loudly, mi nueva organización, donde trabajo con gente joven negra queer y donde se ponen en práctica las nociones de alegría y de comunidad. El mes pasado ha sido arrollador, he recaudado 111 000 libras en fondos, una cantidad de dinero enorme, extraordinaria. Y me las arreglé para recaudar fondos tanto para Exist Loudly como para otras cinco organizaciones de Reino Unido que trabajan con personas jóvenes queer negras y de otras razas. Me gusta trabajar en torno a comunidades y no creo que una sola persona u organización deban tener el monopolio de la financiación. Creo que todos trabajamos en pro del colectivo queer, de las personas negras queer y de las comunidades negras. Creo que es muy importante asegurarse de que, además de hablar con gente joven y fomentar la comunidad, los adultos y aquellos que trabajan en grupos también debemos fomentar la comunidad entre nosotros, puesto que así el trabajo que hacemos para la gente joven será mejor, tendrá más influencia y estará mejor fundamentado. También significa que, si tenemos que derivar a una persona joven a otro servicio, o si conoces a alguien que podría contribuir mejor, en lugar de darle un correo electrónico oficial genérico, puedo decirle: “Conozco a esta persona, trabaja en tal sitio, el trabajo que realiza es este, he trabajado con ella antes”. Creo que este es el comienzo de lo que espero que sea un periodo sostenible y satisfactorio para crear un cambio, un cambio tangible para las personas jóvenes negras queer, que muchas veces se eliminan de la narrativa de lo que significa ser una persona negra o queer. Creo que todavía hay mucho por hacer, hay muchas limitaciones en cuanto a cómo dejamos que nos vean en determinadas comunidades. Es un momento muy emocionante. Están sucediendo muchas cosas. Me cuesta mucho describirme a veces, porque tengo mucho que decir”.
Sinéad Burke: “La presentación ha sido increíble y posiblemente sea la mejor respuesta que he escuchado a esa pregunta. Pero quiero retroceder un poco, porque soy consciente de que las personas que estén escuchando o viendo esta conversación tienen diferentes niveles de educación y concienciación. Y, aunque entiendo que no es tu responsabilidad educar a las masas sobre la experiencia que has vivido o tu trabajo, es una conversación que surgió hace poco de manera casual mientras comíamos y es por eso que quiero hablar sobre ello. Se trata del lenguaje, de los términos “queerness” y “queer”. Mi padre, que creció en Reino Unido en los años 60 y 70, dijo que no eran ni son términos que podamos utilizar. Traté de explicarle las diferencias y los matices entre el sustantivo y el adjetivo en términos de propiedad comunitaria, y me pregunto si podrías contarnos algo o si hay algo de lo que te gustaría hablar en cuanto al léxico, a quién tiene la responsabilidad o la capacidad de utilizar ese léxico y cuándo es apropiado”.
Tanya Compas: “Por supuesto. Creo que es una muy buena pregunta. Pienso que lo has planteado muy bien. Creo que el término queer es definitivamente algo que tuve que aprender. Primero dije que era bisexual, y después descubrí el término queer a través de uno de mis amigos y me di cuenta de que ese término encaja mejor conmigo. Pero creo que, cuando empecé a utilizar el término queer, me pasó lo mismo. Se convirtió en un debate con mi familia. Me pasó lo mismo que comentas con tu padre, algunos crecieron en los 60, 70 e incluso antes, y el término queer se usaba de manera muy ofensiva. Se utilizaba de manera que connotaba violencia; a veces violencia física y, a menudo, violencia verbal hacia las personas queer, hacia personas LGBTQ+. Y creo que por eso muchas comunidades de edad más avanzada todavía guardan mucho dolor y les resulta muy difícil utilizar esa palabra, mientras que las comunidades más jóvenes han reconvertido el término. Creo que el término queer es más político. Queer significa algo diferente para cada persona. Queer para mí es algo fluido, abarca una multitud de diferentes identidades con las que las personas se identifican y conviven, aunque también significa ser LGBTQ+, porque creo que si buscas en Google ‘LGBT’, por ejemplo, la mayoría de las imágenes que aparecen son de gays blancos cisgénero o lesbianas blancas cisgénero. Como ves, las imágenes están fetichizadas, pero suelen ser imágenes de personas blancas. En cambio, si escribes la palabra queer, debido a su naturaleza política, incluye a muchos de nosotros, de raza negra o de cualquier otra, a los que tienen capacidades diferentes, a los inmigrantes, a los refugiados, etc. Por lo tanto, es algo mucho más político y creo que también proporciona un espacio donde las personas no tienen que definirse a sí mismas únicamente de una manera, no tienen que optar por una única forma de vivir. Para mí, el término queer me proporciona el espacio que necesito para existir y para cambiar mi manera de existir, sin tener que etiquetarme constantemente. Otras personas pueden usar un lenguaje diferente. Es posible que algunas personas intercambien los términos, que algunas prefieran “lesbiana” y otras “queer”. Y la mayoría de las veces la gente se referirá a la comunidad queer en su conjunto como algo opuesto a la comunidad LGBTQ+, especialmente aquellos de nosotros (por ejemplo, mi grupo de amigos) que nos referimos a ella como comunidad queer. Pero también creo que el lenguaje va cambiando constantemente y, sobre todo, que muchos miembros de la comunidad siempre estamos buscando un nuevo lenguaje que nos haga sentir bien con nosotros mismos y dentro de la comunidad, y algunas etiquetas o palabras pueden habernos servido antes, aunque ya no encajen con nosotros. Hay palabras que llaman la atención cuando las oímos, como me pasó a mí con queer; enseguida pensé que era una palabra que me gustaba para definirme. A otros no les gustará. Creo que no se trata de quién utiliza cada palabra, sino que todo depende de su intención. Por ejemplo, cuando mis amigos heterosexuales cisgénero me dicen: ‘Menuda fiesta queer a la que vas’, sé que no lo dicen de manera ofensiva, que no pretenden ofenderme ni demonizarme, ni tampoco a mi comunidad. Simplemente lo dicen tal como lo diría yo. Sin embargo, si señalaran a alguien y dijeran ‘Mira a esos queers de allí’, está claro que sería ofensivo y no tendrían que decir algo así. Creo que depende mucho de la intención con la que se diga. Creo que también hay que ser consciente de que, si usas esa palabra, especialmente si no formas parte de la comunidad, puedes recibir una crítica de la persona a la que le dices dicha palabra. A lo mejor resulta que a esa persona no le gusta esa palabra, y en vez de decir: ‘Bueno, sé que hay mucha gente que la usa’, lo cual es cierto, creo que depende de esa persona decidir si prefiere que la usen o no, si se siente cómoda usándola en alguna conversación o no. He participado en debates, predominantemente debates de negros y con un público compuesto en su mayoría por hombres blancos homosexuales cisgénero, y cuando decía la palabra queer, se ponían visiblemente nerviosos. Pero claro, eso se debe a que es una palabra que se ha utilizado contra ellos, y lo entiendo perfectamente. Por tanto, creo que el lenguaje es algo muy bello y en la comunidad queer tenemos muchas palabras y lenguajes diferentes. Por ejemplo, hay muchas personas que quieren reconvertir la palabra ‘tortillera’, así que verás a muchas lesbianas que usan ese término e incluso lo prefieren. Se trata de una palabra que se ha usado despectivamente y que tiene una connotación negativa, pero quieren recuperarla, y con ella el poder de las palabras que se solían usar de manera negativa. Así que, sí, significa…”
Sinéad Burke: “Creo que lo importante es escuchar”.
Tanya Compas: “Sí, totalmente. Se trata de escuchar”.
Sinéad Burke: “Creo que se trata de escuchar y de hacer preguntas”.
Tanya Compas: “Exacto, eso es”.
Sinéad Burke: “Porque en la mesa mi padre decía todo el rato: ‘¿Y cómo sé lo que tengo que decir? ¿Si tengo que describir a esa persona, qué digo?’, y es interesante porque mi padre es discapacitado como yo. También tiene enanismo. Y en términos de esa recuperación del lenguaje o de la comprensión de la política personal del lenguaje, mi padre y yo somos muy particulares en cuanto a la terminología que preferimos. Preferimos que nos llamen ‘personas pequeñas’. Tengo amigos que prefieren ‘enano’. Es precisamente en esa conexión entre las minorías o entre las comunidades donde reside el valor de adoptar una perspectiva y un enfoque interseccionales. Es decir, si preguntas a cualquier persona qué lenguaje prefiere, de la misma manera que puedes preguntarle los pronombres que prefiere, con cuáles se encuentra cómoda, esto permite que te cuenten sus historias a su manera. Y creo que esto es algo que en comunidades como las nuestras (no quiere decir que sean similares, pero tienen una historia común en algunos aspectos) nunca se nos ha dado el espacio para contar nuestras propias historias, y es interesante también por lo que has comentado sobre los modelos a seguir durante tu adolescencia. ¿Había alguien de tu entorno que supieras que era queer? ¿Había alguna persona negra conocida que supieras que era queer?”.
Tanya Compas: “No, la verdad es que no conocía a ninguna. Me han hecho esta pregunta con bastante frecuencia, si tenía modelos queer a seguir; me ponía a pensar y, la verdad, es que no tenía ninguno. Creo que la primera representación que vi fue a una chica mestiza que estaba besando a alguien. Fue en el programa Sugar Rush de Channel Four, hace ya años. Yo estaba en el instituto y recuerdo que lo vi una y otra vez, pero no me aclaró nada. No entendí mi sexualidad hasta los 23 años. Y lo digo así. Creo que a menudo se piensa que, si sales del armario más tarde, es porque has estado ocultándolo. Como si hubieras estado ocultando tu identidad todos esos años. Pero no es así, yo no sabía que ser queer era una posibilidad, y si me pongo a mirar atrás y reflexiono sobre los programas que veía, me doy cuenta de que había ciertas cosas que me llamaban la atención más que otras. Había una serie en Channel Four que se llamaba… era una miniserie. Creo que se llamaba… ojalá me acordara del nombre. El caso es que había mujeres negras británicas lesbianas y queer que iban a Atlanta (creo que se llamaba así, es que no me acuerdo. Cuando me acuerde, te lo digo). Recuerdo que veía la serie por la noche, bastante tarde, sobre las 23:00, en mi antigua televisión cuando mi familia estaba dormida. Y siempre que la echaban, no me la perdía. Creo que fue la primera vez que vi o tuve conocimiento sobre la representación de personas negras queer, y no volví a ver nada parecido hasta que me uní a la comunidad y lo vi en persona. La verdad es que no había apenas representación… ahora sí, ahora hay muchísima. No la suficiente, por supuesto, pero creo que gracias a las redes sociales, podemos buscar y también convertirnos en la representación que queremos. También pienso que hay mucha representación, mucho control en términos de quién tiene visibilidad, en manos de hombres heterosexuales blancos cisgénero que no quieren mostrar, no les interesan o no entienden las complejidades de lo que significa ser queer y negro, y por qué es importante que se visibilice. Así que, bueno, hay representación y no. Porque tienes el artículo 28 que afecta a los colegios y, por ley, no puedes promocionar la enseñanza sobre la comunidad LGBTQ+ ni aspectos relacionados. Y esa ley estaba en vigor cuando iba al colegio. Ni siquiera sabía que existía hasta que en uno de los debates alguien habló de ello, no tenía ni idea. Y no tengo duda de que eso influyó mucho en la educación que tuve yo, o más bien en la falta de educación que tuve sobre el hecho de ser queer y todo lo que significa. Ya sabes, la interseccionalidad de ser queer y negro, no sabía que existía todo eso. Tampoco ninguno de mis amigos, y ahora seis de mis amigos más cercanos también forman parte de la comunidad, de la comunidad LGBTQ+. Así que desgraciadamente no había ninguna representación. Por tanto, no puedo decirte ningún modelo queer a seguir en mi juventud. No tuve ninguno”.
Sinéad Burke: “Creo que es interesante lo que has comentado sobre los modelos a seguir y que ahora hay muchos más modelos, no los suficientes pero más que antes, y además se tienen los medios para que las personas puedan convertirse en ejemplos a seguir. Y me preguntaba si tú, un modelo a seguir para muchos, tomaste la decisión consciente o inconscientemente. Te lo dice una persona que forma parte de una comunidad donde uno de cada 15 000 nacimientos es de gente pequeña, y puedo hacerme a la idea de lo que es ser tú y lo que significa hablar solamente en base a tu experiencia, pero existe la perspectiva externa de que tu identidad o tu experiencia son universales. Así que me pregunto cómo lidias con esa dualidad, ser Tanya y ser un modelo a seguir o la representación de algo más grande que tú”.
Tanya Compas: “Exacto. Muy buena pregunta. Creo que en cuanto a la gestión de la dualidad, y dado que mis redes sociales y la persona que soy en las redes sociales tienen mucho que ver con quién soy en general, para mí es muy fácil porque lo que hago es compartir aspectos de mi vida. El contenido que creo o lo que hago no lo selecciono específicamente ni lo oriento hacia un tema específico. Solo soy yo compartiendo cosas de mí misma, mi vida, mi ropa, la forma en la que he cambiado personalmente y las conversaciones que tengo con mi familia, compañeros de piso, etc. Dejo que las personas puedan ver eso. Creo que es algo bueno, porque solo soy yo misma y nunca me imaginé estar donde estoy ahora. Siempre he trabajado con gente joven, incluso cuando era heterosexual. He trabajado con personas jóvenes desde los 18 años. Y siempre me han admirado, pero creo que el motivo es que soy una persona bastante abierta. Es decir, les dejo que cuenten su experiencia. Creo que es por eso y también porque conmigo pueden mostrarse vulnerables. Exacto, pueden mostrarse vulnerables porque yo también muestro mi propia vulnerabilidad. Creo que para ellos es un lugar donde se sienten seguros para contar o explorar cosas. Pienso que así es como se sienten en mis redes sociales o cuando están conmigo. A veces también creo que es porque mis redes sociales están repletas de optimismo. Soy una persona muy positiva y por eso pienso que toda esa combinación funciona bien con las personas jóvenes queer. Están con Tanya, que les hace sentir bien, pero al mismo tiempo cuentan con mis experiencias, tanto en el ámbito personal como en el profesional, en el sector benéfico. Puedo ayudar a esas personas en su transición para salir de entornos domésticos hostiles, ayudarles a que expresen por lo que están pasando o simplemente escucharles, ya que puedo entender la experiencia de ser queer y negra, tener que lidiar con la familia, el colegio, etc. Así que personalmente no me cuesta gestionar todo esto, porque forma parte de mí misma. Creo que se trata de ser yo misma. Nunca he intentado convertirme en algo ni encajar en un molde, ya sabes, ser la influencer LGBT perfecta, porque ni lo soy ni quiero serlo. He tenido suerte, porque muchas de las personas de nuestra comunidad, especialmente en Londres, se conocen, todos están muy presentes para todos. Para mí eso significa que tienes a muchas personas a tu alrededor. Tengo muy buenos amigos que para mí son familia y no dudan en darme un toque: ‘Tanya, esta no eres tú’ o ‘¿Qué estás haciendo?’. Me lo dirían, y creo que es muy importante tener personas cerca que se aseguren de que seas auténtico o fiel a ti mismo, que no te desvíes para encajar en esa imagen que las personas, las marcas o las empresas quieren. Creo que a menudo eso es lo que buscan, la perfección, la influencer queer perfecta o la persona perfecta que venda en el mercado. Pero creo que siempre…”.
Sinéad Burke: “Desafía al sistema pero no nos molestes”.
Tanya Compas: “Exacto. Eso es. Quieren que desafíes al sistema, pero siendo amable. Sin enfadarte. O que hables solamente de ser queer pero que no te metas en el tema de los negros, en el hecho de ser negra y queer. Porque creo que si añades el tema de la raza negra, para algunas personas se vuelve un asunto demasiado político. Pero yo no puedo separar esas dos identidades, porque son dos cosas que coexisten. No puedo elegir entre uno u otro y vivir un día como uno y otro como otro. Siempre seré las dos cosas. Y especialmente teniendo esto en cuenta, con el resurgimiento del movimiento Black Lives Matter y con todo lo que está pasando, espero que se haya desencadenado un cambio dentro de las marcas y empresas que trabajan con gente queer, que trabajan con personas de la comunidad, para que verdaderamente entiendan que el trabajo que hacen puede ser mucho más potente si ayudan a que el tema político vuelva al Orgullo. Creo que han tratado de alejar la política del Orgullo muchas veces, pero hay que dejar que las personas expresen su inclinación política, su enfado o su ira, lo que sea, y que a la vez puedan celebrar algo y estar alegres. Puedes estar enfadado con algo al mismo tiempo que celebras algo que te aporta felicidad. Y creo que mis redes sociales y el trabajo que hago es una combinación de todo eso, porque mi trabajo no sería necesario si las personas jóvenes negras queer o las personas queer en general pudieran expresarse y sentirse libres. Espero que llegue el día en el que mi trabajo ya no haga falta y ese es el objetivo, pero desafortunadamente aún no ha llegado. Todavía tengo mucha rabia y enfado y quiero que el sistema cambie. Pero también quiero ser feliz y quiero encontrar la alegría, y creo que mis redes sociales son un reflejo de todo eso. Me parece genial no tener que seguir un patrón para que otras personas no se sientan incómodas. De hecho, creo que es imposible madurar desde la comodidad. Empiezas a madurar cuando te encuentras en una situación incómoda y a raíz de conversaciones incómodas. Y eso es lo que espero. Eso es lo que hago en mis redes sociales”.
Sinéad Burke: “Bueno, lo haces muy bien y creo que se trata de ser consciente, todo el mundo debería saber que el progreso no es un camino de rosas. Tenemos el claro ejemplo del Orgullo, que comenzó como una revuelta en Stonewall, o todos los casos horribles que han vivido hombres negros y mujeres trans negras en las últimas semanas desde la perspectiva de conseguir una revolución y tratar de rediseñar un mundo donde todas las personas se sientan seguras y cómodas tal y como son en espacios públicos y privados, eso es lo que estamos pidiendo. Solo pedimos que se respeten nuestros derechos, que las personas puedan identificarse y vivir tal y como son. Quería plantear lo siguiente: en la actualidad se habla mucho de lo que cada persona puede hacer, y los espectadores que nos ven pueden ser adolescentes que siempre han querido formar parte de la industria de la moda, del diseño o del arte, y que nunca se han sentido incluidos, o líderes de la industria que no destacan precisamente por su diversidad, pero que tienen la intención de lograr algo bueno gracias al puesto de poder que ocupan. Pero también hay personas que probablemente no tengan ningún interés por la moda. No quiero descargar la responsabilidad en ti al preguntarte cómo crees que deben contribuir, pero creo que todos tenemos que contribuir. Creo que no podemos depender únicamente de las voces negras para informarnos sobre el racismo sistémico que existe en todos nuestros países, algo que está muy arraigado en nuestra geografía. Pero ¿cuáles son los primeros pasos que deben adoptar las personas que se han sentido incómodas durante esta conversación?”.
Tanya Compas: “Creo que el primer paso es informarte. Creo que vivimos en una época en la que la autoformación es muy fácil y tangible. Es fácil porque es accesible, tienes Google, puedes buscar ahí. Como he comentado, la primera vez que empecé a aprender sobre la comunidad queer negra en Reino Unido y en Londres fue a través de Instagram, con búsquedas y hashtags. Encontraba a personas, o a un grupo, y entonces me ponía a mirar las personas a las que seguían para seguirlas yo también, puesto que pensaba que si esas personas las seguían, yo también debía hacerlo. Y creo que ha sido… Creo que, si quieres ayudar, el primer paso es tomar la iniciativa e informarte, esto es igual para todos, para la comunidad queer también. La formación no comienza y termina con aquellos que quieren ser aliados, también es importante que nosotros nos formemos continuamente. Esto es algo que llevo haciendo desde hace poco. Me he comprado un montón de libros nuevos para seguir formándome en torno a las identidades trans y a la justicia transformadora y lo que puede significar para nuestras comunidades. Estoy formándome sobre la historia de las personas negras queer porque creo que ha habido otros antes que yo que me han permitido ser lo que soy ahora y no quiero que nadie piense que el movimiento ha empezado conmigo o con gente de mi generación, porque no es así, anteriormente ya se estaba produciendo. También creo que hay muchas personas y muchas voces que se han quedado por el camino, y este es el motivo por el que también me formo. Quiero hacer justicia para todos, para mí, para la comunidad y para los demás. Creo que para los aliados, y particularmente los aliados blancos, los aliados heterosexuales, es fundamental que reflexionen sobre los privilegios que tienen. Todos tenemos privilegios. Todos los miembros de cada comunidad tienen algún tipo de privilegio con respecto a otras personas de la misma comunidad o de diferentes comunidades. Todos tenemos privilegios sobre los que reflexionar. Conocemos los privilegios que se nos conceden en función de quiénes somos y qué recursos tenemos gracias a esos privilegios. Podemos reflexionar sobre lo que podemos hacer y cómo usar esos privilegios para ayudar a dichas comunidades. Por eso creo que la financiación colectiva de Exist Loudly ha sido una excelente reflexión de los aliados y de la comunidad, que se unieron para recaudar dinero. Inicialmente, solo quería recaudar 10 000 libras, pero terminamos recaudando más de 100 000 libras. Y en ese momento me di cuenta, mientras recaudábamos… conseguí casi 50 mil libras en 24 horas, y me di cuenta del privilegio que tenía, porque yo tengo una plataforma en redes sociales y sé que al trabajar en la plataforma de la comunidad tenía más probabilidades de que me viera mucha gente… es más fácil porque la gente dice ‘Anda, conozco a Tanya’ o ‘Me suena’, o hay personas que lo comparten y quieren ayudar gracias a la plataforma. Pero en ese momento pensé que sería un error continuar con la recaudación de fondos… Podría haberme quedado las 100 000 libras para mí, pero en cuanto llegamos a 50 000, supe que tenía suficiente y que sería injusto para todos los miembros de mi comunidad que me lo quedara yo todo para potenciar la plataforma, que parecería que alardeaba de todo el dinero que había conseguido. No lo necesito. Quise y opté por compartir los recursos con cinco increíbles grupos que trabajan con personas jóvenes queer, negras y de otras razas en todo Reino Unido, porque ellos no tienen la misma plataforma que yo. Y para ellos supone muchísimo. Uno de estos grupos intentó recaudar 10 000 libras el año pasado y solo consiguió 6000. Yo me las arreglé para recaudar esos fondos en menos de 24 horas, eso muestra las diferencias que existen… incluso en el ámbito de la recaudación de fondos. Cuando ves campañas de recaudación de fondos para personas trans o jóvenes trans que están en plena transición médica o están tratando de conseguir una buena cirugía, feminización facial y cosas por el estilo, todo eso cuesta dinero y es muy inaccesible, especialmente para personas trans y jóvenes queer, que tienen problemas de salud mental, que no tienen casa y para los que es más difícil encontrar trabajo, ya que hay lugares de trabajo en los que existe la queerfobia, la transfobia o la homofobia, algo que también ocurre muchas veces en su propio hogar. Y por eso es muy importante reflexionar sobre las diferentes maneras con las que puedes compartir lo que tienes o tus recursos. Hay gente que acude a Exist Loudly para ayudarme con el diseño gráfico u ofrecerme espacios para celebrar eventos para la gente joven, cosas así. Así que no hace falta donar dinero. Hay gente que tiene y otra que no. Pero es posible que conozcas a alguien de tu entorno que tenga acceso a algún espacio o que pueda donarte algo o donar algo a los grupos, ofrecer comida gratis, hay muchas maneras…
Sinéad Burke: “Pienso exactamente igual…”
Tanya Compas: “Perdona, Sinéad, ¿qué me decías?”
Sinéad Burke: Creo que no solo desde el punto de vista de los privilegios, sino de los recursos, hay muchas maneras diferentes con las que puedes a) autoformarte, y b) apoyar las iniciativas y los proyectos que ya están en marcha por parte de las voces queer, negras y minoritarias. No se trata de que las personas blancas tomen la iniciativa en esta experiencia, sino más bien de que adopten un papel secundario mientras hacen todo lo que está en sus manos para amplificar la experiencia y satisfacer las necesidades. Y creo que solo tenemos que ser más conscientes y hacernos una serie de preguntas para asegurarnos de que aportamos valor, de que contribuimos, respaldamos, orientamos y formamos de manera desinteresada. Tanya, no tengo palabras para agradecerte esta conversación. Llevo todo el día esperando hablar contigo y me has dejado alucinada, así que puedo imaginar lo que pensarán las personas que nos estén viendo y escuchando. Y tengo mucho interés por escuchar los proyectos que pueden venir después de esto. Tanya, te deseo suerte, aunque no creo que necesites suerte, sino recursos y apoyo para continuar con tu activismo. Además, la manera en la que estás modelando y cambiando el mundo y alentando a los jóvenes a vivir con alegría al tiempo que desafían al sistema es valiente, importante e inspiradora, pero sobre todo muy necesaria. Así que muchas gracias y espero volver a hablar contigo pronto”.
Tanya Compas: “Yo también lo espero. Muchas gracias. He disfrutado muchísimo de la conversación. Me ha encantado”.
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